Como colectivo que aglutina a 27 personas, de diferentes edades, gustos y creencias queremos valorar las fiestas para hacer una crítica constructiva y aportar ideas para mejorarlas.
El experimento de aglutinar todos los actos en 8 días es positivo. No hay días “de relleno” como antes y nadie se ha rasgado las vestiduras. Ahora solo queda una asignatura pendiente: juntarlos. Parece que tenemos dos fiestas en lugar de una sola y seguimos corriendo el riesgo de que venga alguien de fuera en los días de en medio y pregunte: “¿Son fiestas aquí?”. Además de tener más de un mes el pueblo vallado y sin aparcamientos, por la plaza de toros y las barracas.
Viendo que hay más gente en la última semana, se puede hacer una semana grande de 9 días, empezando las fiestas con el chupinazo en sábado, continuando con un domingo potente, “descansando” el lunes día del joven de ayer y martes día de los niños (que este año no han tenido un día exclusivo para ellos) y luego el final de fiestas tal y como es ahora, terminando en domingo con la quema de Roketxu en el pórtico del ayuntamiento (para no arriesgar).
La decoración festiva brilla por su ausencia.
Al pregonero hay que darle un carácter más popular. Que lo elija la gente (al igual que el cartel), vía Zuin, y que dé el pregón desde el balcón del ayuntamiento una hora antes del txupinazo.
Se echan en falta txarangas que mantengan a la gente en pasacalles sobre todo el día del txupinazo, que a los 20 minutos ya estaba todo el mundo dentro de los bares.
Consideramos positivo traer a grupos musicales de renombre, mejor previa consulta popular.
Los actos que han tenido una mejor relación calidad-precio-espectadores-participantes han sido: Concurso gastronómico (positivo e interesante el resultado obtenido entre semana), el deporte rural extremo (justificando la instalación de la plaza de toros), el día del baserritarra, la carrera de txalupas en el Nervión y el Pirulo Txou. Curiosamente cinco de los pocos actos que organizan gente de este pueblo y todo ello a pesar de recortes presupuestarios y falta de apoyo. Hay que mimar y cuidar esto. La paciencia humana tiene un límite. ¿Qué fue de la carrera de karts o el correfocs?
Se hecha en falta que las cuadrillas organicen actos. Hay que potenciar y favorecer esto. Antes organizaban muchos actos: Día del joven de ayer, día de los niños, etc. Privatizando las fiestas pierden personalidad y se encarecen.
El ayuntamiento, que proponga actos a las cuadrillas y ayude en el siempre difícil aprendizaje de la organización de un acto en fiestas.
Por parte del ayuntamiento, aunque haya cambiado la normativa respecto a subvenciones, pueden facilitar las cosas, no recortar subvenciones justificadas (sobre todo las que tienen una trayectoria demostrada) y adelantar el dinero antes de los actos.
Hay que abrir las puertas y apoyar a actos nuevos y no cerrarlas por el mero hecho de promoverlas gente nueva.
Hay que potenciar la participación en fiestas, que la gente viva las fiestas, que crea en las fiestas y se sienta orgulloso de ellas. Y no llenar el programa de actos en los que nos convertimos en meros espectadores.
Las publicidad de las fiestas fuera del pueblo es nula. Actos que funcionan no se “venden”. Luego aparecen en televisión programas sobre fiestas en pueblos donde los ayuntamientos “venden” actos de una calidad bajísima, pero hechos por la gente del pueblo.
PIRULA IRRATIA - CANAL 58
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